800g de carne de cordero lechal picada
200g de dátiles confitados
1 cebolla picada en brunoise
4g de puré de tomate
60g de uvas pasas
1 pizca de azafrán tostado
1 pizca de pimentón ahumado
1 pizca de cayena en polvo
2 palos de canela
1 piel de limón
12g de Ras el Hanout
100g de salsa de tomate frito
2lt de caldo de verduras
Aceite de cacahuete
Sal
Pimienta negra
Mezclar en un cuenco la mitad de la cebolla, las uvas pasas, dátiles picados, la cayena, el cordero, el puré de tomate. Sazonar y preparar pequeñas pelotitas de carne de 3cm de diámetro.
Calentar una cazuela con un poco de aceite de cacahuete e ir sofriendo las albóndigas en pequeñas tandas (no freír como si fueran patatas). Retirar el exceso de aceite. Añadir a la cazuela las salsa de tomate, la piel de limón, la canela, el Ras el Hanout, el azafrán, el pimentón ahumado y el caldo de verduras. Dejar cocinar todo durante 20/30 minutos.
Falso couscous:
200g de coliflor
200g de brócoli
200g de romanescu
200g de zanahoria
65g de mantequilla
8g de comino en polvo
12g de perejil picado
Aceite de oliva virgen
Sal
Pimienta negra
Poner las verduras en un robot de picar hasta obtener trozos muy pequeños semejantes al grano de sémola de trigo duro.
Saltear estas verduras en una sartén antiadherente con mantequilla. Remover dos minutos. Añadir el comino en polvo y reservar.
Poner 2 cucharas grande de la salsa obtenida de las albóndigas de cordero en un plato sopero o cuenco. Alrededor de la salsa hacer un circulo grande con el falso couscous y poner encima de éste 3/4 albóndigas de cordero.